50 lecciones para 50 años: Parte 11

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Mi terapeuta me enseñó algo nuevo esta semana, antes de recibir a Leia: el banco de resiliencia. Son esas cositas que uno tiene en su día a día que ayuda a afrontar la adversidad, que ayudan a desarrollar una mejor psique para que lo negativo que sucede en el día a día nos afecte de la menor manera posible. Estuve haciendo un dibujo de lo que sería mi banco de resiliencia, pero yo lo hice como un muro (porque un escudo era como muy obvio), y me gustó ver que tengo varias cosas y bien sólidas. Mi escritura (una de las razones por las que hago esta serie), mi origami, mis libros… Pero por supuesto que también el amor de Yadi, los amigos así sean a distancia, y la familia.

Inviertan bien en ese banco de resiliencias, chicos. Es lo que más les ayudará en la vida. Y ojo, hay algunas cosas que parecen moneda verdadera pero son un engaño. Si acaso solución temporal. No se dejen engañar. (¿Ven? Hay lecciones nuevas todos los días.)

Pueden leer entradas anteriores de esta serie aquí.

30.- Escribe el objetivo con pluma, pero el plan con lápiz.

Maickel Melamed entrenando, en una imagen de su documental Vamos.

En otra vida, yo era bloguero de cine, a la vez de periodista. Mantenía un blog de cine con tanta frecuencia que atraje la atención en Twitter (creo) de algunos encargados de la distribución de películas en Caracas. Tuve la suerte de ir a estrenos para la prensa varias veces, y en una ocasión muy especial, el estreno del documental Vamos, de Maickel Melamed. Para quienes no lo conozcan, Maickel es un orador y deportista caraqueño que tiene hipotonía, o falta de masa muscular en su cuerpo. Pero eso no lo ha detenido para lograr muchos de los objetivos que se ha trazado, incluyendo culminar el maratón de Nueva York en 2009. La frase de arriba la adapté de una que Maickel menciona en el documental: «Los planes hay que escribirlos con lápiz». Es porque uno nunca sabe las vueltas que da la vida, para usar un cliché. A lo mejor para lograr una cosa no la vas a lograr por el camino que estás recorriendo hoy, sino que debes tomar otro. Pero siempre debes tener el objetivo en mente. Ese sí debe quedar escrito con tinta indeleble. Pero se debe tener la flexibilidad de escribir un nuevo plan.

29.- «Cuando termines el último capítulo, cierra el libro».

Photo by 五玄土 ORIENTO on Unsplash

Esto supuestamente es un proverbio chino, pero como lo escuché de una película o serie puede que no sea tan antiguo. Sin embargo se quedó conmigo por muchos años: cuando una historia termina, uno no puede seguir esperando más. ¡Y cuánto nos cuesta entender algunos finales! Esa relación que no queremos que termine, o ese trabajo que tanto quisimos obtener pero no resultó lo que queríamos. Claro, no quiere decir que el libro que acabamos de cerrar no sea el primero en una serie, pero este capítulo de tu vida terminó, así que cierra ese libro, ponlo en la repisa y sigue con tu vida. Porque no hay nada más fastidioso que alguien que no entiende cuando algo se acabó. Y vaya que yo fui ese alguien muchas veces.

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