Los cinco segundos más largos

Una vez leí que uno de los grandes temores para un escritor es una página en blanco.  Creo que para un periodista lo es más aún, por aquello que nosotros tenemos mucho menos tiempo para escribir algo.  Claro, ya nosotros no escribimos sobre papel. (¿Entonces? ¿Hablamos de una pantalla «en blanco»?) Pero la analogía se mantiene:  ¿de qué escribir? ¿Cómo escribirlo? ¿Quién lo leerá?

Por mi parte, yo tengo mucho más miedo a los cinco segundos iniciales en los que un internauta se topa con mi titular y empieza a leer. Tengo cinco segundos para captar su atención y convencerlo de quedarse y comentar tu entrada. Si te equivocas, sencillamente cerrará la página, y a otra cosa. No es como una película en la que tiene la opción de adelantar. Pero créanme, por muy intimidante que sea –y lo es– no se requieren grandes conocimientos de mercadeo para asegurar que sus visitantes se queden. Pero sí requiere de una amplia dosis de sentido común.

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Donde tiranía y democracia son hermanas

Portada de Leviathan de Thomas Hobbes

En agosto del año pasado, Twitter cambió la manera en que se hacen los retweets —el equivalente al “forward” en un correo, cuando se repite un mensaje  colocado por otra persona— desde la Web, construido directamente en la arquitectura del sitio. El gran problema: ahora si hacías RT desde la página de Twitter, no podías incluir ningún comentario adicional al tweet en cuestión. Como reportó la revista Wired en su número de octubre de 2009, los usuarios, básicamente, le reclamaron a Twitter por haberse atrevido a interferir con… Twitter, pues. Lo hicieron con toda razón: el RT es una creación de los usuarios, no de Twitter.

Ese ejemplo sirve para que entendamos en qué situación está Internet en la actualidad. Para nosotros “adultos contemporáneos” que vimos Internet nacer, la red de redes empezó como una novedad, simplemente otro medio de comunicación mientras comprábamos CD’s, hablábamos por teléfono, íbamos al cine, leíamos el periódico o hasta veíamos nuestro correo (electrónico). Sólo podía usarse una hora al día por los costos y la conexión, nadie podía hablar por teléfono mientras estábamos conectados, y eran las empresas Punto-Com (sí, esto era antes de 2000) las que ofrecían los contenidos.

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El que no habla es como el que no respira

El pensamiento que he usado para describir este blog tal vez no sea lo más apropiado para el espacio en el que se encuentran y que empieza a cobrar vida hoy por un par de razones, y sin embargo lo es por una.

En primer lugar, el filósofo Gottfried Wilhelm Leibniz, de quien la tomo, era un racionalista, la misma escuela de René «Pienso-Luego-Existo» Descartes. Nuestra condición de seres racionales, en particular nosotros los periodistas, está seriamente comprometida. Yo, en particular me considero un ser en extremo emocional; soy absolutamente hijo de mi madre, más corazón que cabeza. ¿Dónde puede caber la racionalidad en el blog de un periodista con esas características donde además pretende opinar sobre todo lo que observa?

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Metallica: ¿profecía de un desastre?

¡Tú! ¡Deja de inventar mariqueras y DEJA QUE DISFRUTEN EL CONCIERTO, COÑO! Me caso el año que viene, Dios mediante. Eso quiere decir nuevos gastos, realinear las prioridades en mi vida. Eso quiere decir que ya son menos las cosas “mías” y más las cosas “nuestras”, y eso se aplica al dinero. Por eso, tomé la resolución de reducir mis gastos superfluos. Menos discos, muchos menos libros (coño, tengo demasiados por leer) y ciertamente menos conciertos. Así, no fui a KISS, ni Iron Maiden, ni Jorge Drexler. Decidí que al único concierto al que volvería a ir sería si Metallica volvía. Total, la última vez que fui fue digno de escribir aquí.

Y bueno… en noviembre me enteré que en efecto, Metallica volvería por estos lares el 12 de marzo de 2010. Me saltaré la rabia por las que pasé antes con la empresa que los trae, y lo diré de una vez: temo que será el peor día de mi vida. Aún así pienso ir, pero hay una oscura parte de mí que tiembla por ese día.

No creo que el concierto vaya a estar malo, para nada. Hace poco me enteré que además estaría viniendo Mastodon, un grupo que por lo visto es la nueva “verga de Triana” del heavy metal mundial. Únelos con algún buen grupo de aquí –que confío en que no repetirá el idiota de Gillman o siquiera el grupo Arkángel— y eso rivalizará con el Caracas Pop Festival de 2001, cuando en un mismo día vi a Candy66, Papa Roach y Korn.

Noooo, mis panas… mi temor surge al ver este video. Y este. Y este también. Y este otro que, admito, quedó muy bueno.  Más allá de la ladilla que ya me da que usen la escena de La Caída para estas burlas –creo que ya toda calidad que tenga la película quedó diluída— todos estos videos están llamando a una sola cosa: aquel que ose pagar VIP el día de Metallica va a quedar atropellado, pues no nos calamos que haya gente que sólo por pagar más los vaya a ver de cerca. El primer video hasta enlaza a un grupo en Facebook creado para rechazarlo que, pareciera, está desactivado.

¿Cuál es todo el problema? Si ven el mapa de distribución del público del sitio (el estadio de béisbol de La Rinconada), verán que las llamadas “preferenciales” están situadas en las gradas a los lados del evento, bieeen lejos de la tarima. Pero la verdadera guinda en la torta es que el área VIP –entradas que exceden los 1.000 BsF (unos 465 dólares)— ocupará todo el frente de la tarima… tapando a los que pagaron menos. Que a estas altuars, ya están agotadas, lo que quiere decir que habrán al menos 20.000 rabiosas almas pujando contra una barrera entre ellos y una banda a la que algunos (yo incluído) hemos esperado 11 años para volver a ver.

Quizá exagere, pero si ven los comentarios de los videos, la cosa realmente empieza a preocuparse. “Tumbennnn esa cercaaaaaaaa, y el quese ponga popiiii, lansenle coñasossssssss!!!!!!!!!!!!!!!! !!!!!” (sic), dice uno. “TUMBEN ESA BAINA!!!!!!!!!!!!!!!!! Xd .. yo asi sea a punto de coñazos me paso pal VIP” (sic), dice otro. “A Q LA TUMBAMOS VAMOS”, dice un tercero, meándose en el esfuerzo de chamos que considero sí pensaban en los demás, y no unos carajitos que lo que están es pensando en sí mismos y más nadie.

Quiero dejar algo perfectamente claro: con esto Evenpro envía un mensaje (que espero esté equivocado)que una vez más lo más importante para ellos no son los asistentes al concierto, sino asegurar su plata y hacer cuanto pueda para aumentar esa ganancia. Yo no critico mucho a los que pagan por ir a un área VIP en un concierto, aunque no podría estar más en desacuerdo con semejante decisión; ¿para qué estar sentado en un concierto de rock? ¿Agorafobia? ¿Demasiada comodidad? Bueno, esa es su decisión. Pero Evenpro está cometiendo el acto de capitalismo salvaje más grande que no sólo le está ofreciendo esa comodidad a los que pagan más –le está robando un poco a los que quizá no PUEDEN pagar más. ¿Y es que creen que no va a haber frustraciones?

Pero lo que están proponiendo hacer los que subieron los videos está, sencillamente, mal. Es violento, es anárquico, es drenar la frustración del lado equivocado, y estoy seguro es, aunque piensen lo contrario, producto de pura envidia. ¿Quiénes son ustedes para decidir cuánto se debe pagar para un concierto? ¿Qué sabes tú si a lo mejor uno de los chamos que está allí tiene todos estos meses ahorrando para estar allí? ¿O que a lo mejor toda su familia hizo un esfuerzo para mandarlo para allá? ¿O qué coño saben ustedes cómo llegaron esos chamos ahí? ¿Sólo porque pagaron más los van a castigar a ellos?

Y otra cosa: ¿cómo creen que van a reaccionar las bandas? Con Mastodon no estoy tan preocupado, aunque la verdad a lo mejor sí tienen una base de fans rabiosa y fiel aquí, son lo suficientemente buenos. Pero cuando Metallica vea que hay gente presionando contra la baranda, broncas contra los agentes de seguridad, ¿creen que van a gritar “OPEN THAT SHIT, DAMMIT!!!”? No sé, no puedo saberlo, pero es muy probable que paren el show. Que hagan un par de llamados a la calma. Que tenga que haber negociaciones con los organizadores (los únicos culpables de todo este peo). Y hay una remota posibilidad que nunca debemos descartar que suspendan el concierto. 11 años botados a la mierda. Y a ti que esta´s leyendo esto y pensaste “No joda, ¡quemo esa vaina si me suspenden el concierto!”, déjame explicarte qué vas a lograr:

  • Tanto que te quejas que lo único que traen a esta vaina es Olga Tañón, los Jonas Brothers, High School Musical y Tito El Bambino, y ayudarás a garantizar que lo único que traigan a esta vaina sea Olga Tañón, los Jonas Brothers, High School Musical y Tito El Bambino. Porque esos conciertos se llenan de gente, hay un mínimo de problemas de seguridad, y son relativamente baratos de traer (Jonas Brothers exceptuados, estoy seguro). Si el concierto de Metallica es un fracaso, ¿cuántas ganas quedarían de invertir todos los millones de nuevo, sis aben que va a haber bronca?
  • Vas a dejar a todos los fanáticos de Venezuela muy, muy mal con la banda, un grupo que, recuerda, tiene 11 años que no viene y se fue con una excelente impresión la última vez, pues ese concierto fue todo un éxito. Si ven que ahora medio destruyen el escenario y ponen en riesgo la propia vida suya, ¿cuántas ganas les quedará de querer volver a este rincón del mundo? (Claro, suponiendo que en efecto se entere, como ya verás.)
  • Hay una muy seria probabilidad que contribuyas a matar a alguien. Uno de los más tristes incidentes en la historia del rock fue en 1979, en el Coliseo de Riverfront, en Cincinatti, Ohio, Estados Unidos. The Who (ahora famosos porque sus canciones arrancan cada una de las versiones de CSI) estaba en su primera gira norteamericana desde que su baterista Keith Moon falleciera por una sobredosis. Fue tal la emoción de verlos de cerca que todo el público general –sí, los que pagaron menos— corrieron al escenario y aplastaron a 11 personas hasta que murieron. Entre las víctimas, dos niñas de 15 años. Porque, insólito, chicos: ¿saben lo que pasa cuando 20.000 personas empujan contra una barrera sólida? No se cae, muchachos, al menos no al principio. Impide que los que están mas pegados a ella respiren. Les podría romper una costilla. The Who, además, no se enteró de la tragedia sino después de terminada la función. Es muy probable que Metallica tampoco, si (Dios no quiera) sucede lo mismo. Pero sabiendo que eso pasó, ¿a quién le va a quedar ganas de organizar un concierto así alguna vez? ¿Y si al Gobierno no le da la gana de dar el permiso?

Evenpro es la gran culpable aquí, con esa distribución de asientos. Qué importa que sea la distribución parecida a la que hay en conciertos en Estados Unidos; aquí la inmensa mayoría compra general y no justifica un VIP que bloquee el disfrute de la música. Pero la forma de hacer a Evenpro saber que metió la pata no es matar todas las posibilidades que un evento así se repita. No es poniendo la vida en riesgo. Es actuar con inteligencia, no con violencia. O si no estamos todos bastante jodidos-

Por favor, traten de distribuir esto lo más que puedan, A VER si llega a oídos de Evenpro y  A VER si pueden hacer algo al respecto. Si no, bueno, espero verlos el 12 de marzo, disfrutar de un conciertazo, y equivocarme de todo lo que he dicho hasta ahora.

Si no… God help us all.

Y así es como fue: Walter Kronkite

En mi carrera como periodista, hubo dos figuras mundiales que unoWalterCronkite1-799355 siempre trataba de admirar, tratando de modelar la carrera tras ellos. Uno era Rysard Kapucinsky, un reconocido reportero y escritor que prácticamente escribió el libro sobre periodismo integral y era un ejemplo a seguir en cuanto a su ética de trabajo, amén de haber educado a miles de jóvenes periodistas por la Fundación Nuevo Periodismo, creada por Gabriel García Márquez. Cuando el tío Kapu, como era cariñosamente llamado, murió en 2007, creo que sólo había un periodista con la misma clase de integridad, respeto y nobleza que él, aunque sin el reconocimiento mundial. Ayer, día de mi cumpleaños, a las 7:48 pm, hora de Nueva York, ese otro periodista murió a los 92 años: Walter Cronkite.

Quizá los venezolanos no lo conozcamos tan bien, pero Cronkite fue muchas veces llamado “el hombre más confiable de Estados Unidos”. Tal era su imagen de integridad periodística que fue el responsable del término “ancla” para describir al narrador de noticias principal en u noticiero de televisión (imaginen la versión menos politizada de Leopoldo Castillo en Venezuela), una posición que sostuvo frente al noticiero de la CBS durante 19 años. En esas casi dos décadas, Cronkite fue testigo –y muchas veces anunciante—de algunos de los más duros momentos en la historia: los asesinatos de John F. Kennedy y Martin Luther King, el arribo del hombre a la Luna, la guerra de Vietnam. Tal era su influencia y su credibilidad que, al transmitir escenas del combate diario en Vietnam durante el noticiero, y frente al creciente rechazo por parte de la población, el presidente Lyndon Johnson dijo: “Si he perdido a Walter Cronkite, he perdido a la clase media norteamericana”.

Ahora que Cronkite se ha despedido para siempre, creo que es un buen momento para que nosotros los comunicadores preguntarnos cuánto realmente se ha perdido la ética en nuestra profesión, o cuánto la situación nos ha obligado a ser más abrasivos ante las situaciones políticas del país. Cronkite , a pesar de su posición en contra de la guerra de Vietnam y contra las drogas, jamás perdió el respeto que le tenían incluso los políticos que él criticaba. Cierto, no somos nosotros los únicos que tenemos que poner de nuestra parte, pero, ¿cuándo realmente empezaremos a tratar de contribuir a voltear la tortilla de la intolerancia que hay en el país?

And that’s the way it is.

Les dejo algunos momentos de la carrera de este extraordinario hombre. Que en paz descanse.

Ay Dayana… qué hiciste Dayana

El año pasado, ¿se acuerdan como todos —menos algunos— celebramos por todo lo alto que nuestra bellísima Dayana Mendoza había ganado el Miss Universo, casi 15 años después de que Alicia Machado lo ganara y bueno, todo lo que vino después? ¿e acuerdan de todo lo que se dijo? Ay tan bella que es, ¿y viste qué bien contestó? y chamo que buena está, y esos ojotes, y es tan simpática, esta sí nos va a dejar en alto… hasta que… ups…


Resulta que la United Service Organizations (USO), una ONG que se describe como «el enlace entre el público y las fuerzas armadas norteamericanas», invitaron a Dayana y a Miss Estados Unidos, Crystal Stewart, a visitar la base militar de Guantánamo. Y bueno… al día siguiente la nena Mendoza escribe en inglés sobre su visita en el blog que tiene en la página de la Organización Miss Universo, según reporta BBC Mundo:

«Andábamos con los muchachos de la Costa Este. Nos mostraron el bote por dentro y por fuera, cómo trabajan y qué. Dimos una vuelta por tierra y fue muuuuuy divertido», decía la reina de belleza (…) Mendoza también recorrió los campos de detenidos y vio ‘las cárceles, cómo se entretienen con películas, clases de arte, libros’.

«Fue muy interesante», opinó Mendoza.

En suma, a la miss le pareció que el lugar era ‘hermoso, relajado y calmado’, aseguró que la trataron en forma «increíble», y expresó no querer irse del lugar».

Ay cariño, ¿qué has hecho?

No tengo que decirles la… ejem… polémica que han formado esas declaraciones. En especial luego que el New York Times lo comentó en uno de sus propios blogs. Hoy los comentarios de Dayana fueron eliminados (algo así como apagar el fuego después que quemó la primera hectárea) y sustituidos por un comunicado de la organización, que decía:

«Los comentarios de Dayana Mendoza en su blog fueron en referencia a la hospitalidad que recibió mientras conocía los miembros del ejército de EE UU basados en Guantánamo.

La Organización Miss Universo se hace eco de la misión de la USO, que es elevar los espíritus de las tropas estadounidenses y sus familias donde sea que sirvan. Continuaremos mostrando nuestra apreciación y expresando nuestra gratitud al personal militar que sirven nuestra nación».

Ah bueno, así sí, ¿no? ¡Todo perdonado! ¿Verdad?

No.

Dayana, desde el principio, ha derrochado carisma, belleza y una sonrisa de miles de millones. Y una de las cosas principales que se hablaba de ella era su inteligencia, su compasión y sus ganas de trabajar. Y del tiro, cuando abrió su boquita (o puso a mover los deditos) para decir la pequeña barrabasada que dijo, todo el mundo se apresuró a decir lo bruta que era, lo ingenua que era, que hasta cuándo estas misses van a dar esa imagen, y bueno, considerando la historia de Ana Teresa Oropeza, o la de Mónica Spear, como que no se les puede discutir mucho.

Pero más que ingenuidad (que le sobra), creo que Dayana cayó en el triste papel de «tonta útil» de la USO. Nadie en esa organización osaría decir algo en contra del Ejército estadounidense, y estoy seguro que nadie en la OMU se le acercó y le dijo a Dayanita «Mira, hay unos rollos en la prisión de esa base, que la Human Rights Watch la tiene en la mira, así que bueno, a lo mejor no vas a ver lo peorcito, pero para que sepas, ¿ok?» Y bueno, estoy convencido que a la Dayana ni se le pasó por la cabeza preguntarle a los guías «¿Y cómo tratan a los prisioneros? ¿Bien?»

Esto es lo que sucede cuando tratas de unir el mundo «rosa» con el mundo real. Que una Miss trabaje por el bien de la humanidad, visitando los países más necesitados como embajadora de buena voluntad, quizá regresando con ganas de hacer lo que ella pueda por ayudar, está bien. Que los Estados Unidos demuestren apoyo a sus militares –algo que hacían casi ciegamente hasta Bush, Abu Ghraib, Irak, Rumsfeld, Bush, Cheney, la Ley patriota y Bush– es algo normal. Y si a una Miss tú la atiendes como un caballero y sólo le muestras el lado «bonito» del asunto, pues ni modo, la niña va a decir que «el mar de la bahía de Guantánamo es muy azul, bellísimooooo».

Pero a la vez, también me molesta un poco la actitud de algunos que entonces ahora le machacan a la pobre Dayana de inconsiderada, ignorante, bruta, animal, tarada y demás, sólo por ser miss. ¡Mijos, a la caraja nada más le mostraron, como ya dije, el lado «inocente» de la cosa! ¿Qué esperaban? ¿Que la tipa llegara y dijera «No, yo he oído unas cosas horrorosas de la prisión de aquí, me hacen el favor y me llevan allá que esto lo voy a denunciar YA a ver si esto me lo cierran para ayer»? ¿Que creen que la niña es como nosotros, que se lee cuarenta periódicos y está pendiente de todo lo que pasa en el mundo? Si en efecto se sabe que la niña no lee muchos periódicos, ella necesita a alguien que la asesore y la mantenga informada del sitio al que va para que no meta la patita.

Todo esto revela dos cosas que creo que es lo que el mundo critica: el lado sucio del aparato propagandístico de cualqueir organización, y la falta de preparación que aún la más pintada de las misses puede tener. A Dayana nunca la he visto como una chica plástica, de esas que van por ahí, como cantara Rubén Blades, pero tampoco era la erudita que Bárbara Palacios (ahora toda una empresaria) parecía ser. Ahora pues…

Sinceramente espero que toda esta polémica que ha montado sus comentarios le despierten algo a Dayana y haga dos cosas: (a) que ahora se entere un poquito más de los sitios que va a visitar en los cuatro meses que le queda de mandato, y (b) que empiece a leer un poquito más sobre el mundo que la rodea. Y a todos los que la critican, que no le quito su razón, piensen que tanta culpa como Dayana –cuidado y si no más– tienen la USO y la OMU, pues, si un loco te pega con un garrote, ¿de quién es la culpa, del loco o del que le dio el garrote?

Pobreza va más allá del dinero

Es difícil para los seres humanos comprender que hay personas que pasan el triple de trabajo que nosotros para hacer algo tan sencillo como hacer mercado, comprarse ropa, o siquiera sentarse a tomar algo con los amigos. Al punto que muchos se resisten a aceptar lo que leen en los periódicos, o como dijo una vez Susanita la amiga de Mafalada: «menos mal que el mundo queda tan lejos». 


Lo triste es que eso es señal de una pobreza mucho mayor que es la que debemos atender primero si queremos solucionar la pobreza del mundo.

Yo recuerdo una vez que un extranjero (¿chileno? ¿argentino? ¿colombiano? No lo recuerdo) me comentó que recordaba cuando Venezuela –más bien, los venezolanos– durante muchos años tienen una fama de solidarios, que nos ayudamos el uno con el otro. No me costaba nada estar de acuerdo con él: no me costaba nada recordar la época en que la gente daba colas, pedía permiso, se portaba bien en el Metro…

Esos días parecen de chiste hoy en día. Como escribiera Rafael Osío Cabrices en su columna en Todo en Domingo, nos hemos vuelto todos locos. Ya el prójimo es alguien que nos está impidiendo avanzar, ya los demás están donde están porque son «queda’os», ya nos calamos las injusticias porque son normales y nada podemos hacer.

Es iuncreíble que en esta sociedad aún haya gente que quiera establecerse, quiera tener hijos, quiera tratar de salir adelante por las buenas. Claro, esos son los que quedan establecidos como pendejos, porque se rehúsan a tomar el atajo ilegal para la riqueza y quieren educar a sus hijos con un atisbo de moralidad y conciencia social; pero entonces tiemblan de pensar que este mundo se los tragará, escupirá y los convertirá en disociados, parias, locos hippies de una épcoa que ya no existe. Ni volverá a existir jamás. Olvídate del «Make love, not war».

El Blog Action Day está dedicado este año a presentar soluciones para erradicar la pobreza en el mundo. La labor de todos los gobiernos en este aspecto debería ser simple, sin ser fácil: creen condiciones en el país para que se creen trabajos y haya dinero en la calle. Haga los trabajos públicos lucrativos. Pero esto es inútil si no se invierte en educación, en la formación en la escuela, en crear un equilibrio entre el deseo de superación personal y el de solidaridad que las dos corrientes que guerrean tanto en mi país apoyan tanto. Que llegue el día en que entendamos todos que la única forma en que saldremos de este estancadero no es pisoteando a los demás, usándolos de taburete para levantarnos nosotros, sino que todos caminemos en una misma dirección, que nos ayudemos todos para llegar arriba en la medida de sus habilidades, que de una vez por todas dejemos de ser la sociedad en donde hay que ser más mierda que los demás para sobrevivir.

No es el futuro que quiero para mis hijos.

Nadie entrega mejor… CUANDO LES DA LA @#$%& GANA

Es triste — triste— cuando una de mis compañías favoritas comienza a decaer lenta pero seguramente, aunque para ser absolutamente justos, es una sola tienda. Por eso, atención Caracas: hay una tienda de Domino’s Pizza que está PATÉTICA.

Hoy fue el único día del mes que pude tomarme libre. Mis días libres los dedico no tanto a descansar, sino a hacer diligencia. Por consiguiente, hay que medir el tiempo con cuidado. Mala idea en este país, donde muchas veces hay que depender de las personas menos confiables. Bien. Respiro profundo. Implicaba uno de los viajes llevar a mi novia en su carro a su universidad para que pagara el semestre.

Llegué a las 11:30, pero ella tenía hambre, entonces decidimos mejor ir a la tarde después de almorzar. Eso debía ser a las 2. Ergo, para ganar tiempo, a las 12:35 pedimos la pizza. A Domino’s de La California. Mi primera señal de alarma debió ser que cuando le dije a la muy ladillada operadora que iba a pagar con tarjeta, la señorita hizo una expresión de preocupación. Aunque en realidad debió ser hace mucho tiempo, cuando me hicieron la gracia de traerme la pizza veinte minutos tarde «porque sólo tenemos un motorizado». Eso fue hace un año, más o menos, y otra vez hace cuatro meses. Un rayo no cae dos veces en el mismo lugar; mucho menos tres, ¿verdad?

Nos sentamos a esperar. Ya no llovía como en la mañana; hacía un sol hermoso. En ningún momento me dijeron que la traerían en más de 35 minutos. Esperamos. 1:10. Ya se pasaron un poquito de la hora. Vamos a darles cinco minutos más. Pasaron diez minutos. Nada que llega. Llamo.

«Gracias por llamar y preferir a Domino´s Pizza La California. Arma tu equipo, y disfruta de la Eurocopa con Domino’s. Compra tres y paga dos. Así todos ganamos. Les habla (¿Yusleidy?), ¡en qué lo puedo ayudar?»

Esto dicho con todo el entusiasmo de una vaca preñada y con reumatismo. Lamento la vida que tiene que llevar. ¿Cuántas veces al día tendrá que repetir esa vaina? Pero ahora no quiero compadecerla. Quiero mi pizza.

«Señorita, buenas, yo pedí una pizza hace un poco más de media hora», digo. «¿Podría averiguar qué pasó?» Me pide mis datos. Se los doy. Verifica mi pedido. «Señor, ya su pedido salió. Debe llegar en breve.»

«¿Pero por qué se está tardando?»

«Ay señor, es que sólo tenemos un motorizado.» What? ¡Pero si ya eso lo esuché yo hace un año! Tal cual se lo hago saber. Y la niña hizo lo peor que puede hacer alguien que atiende un cliente: dijo la verdad. «Ay señor, disculpe, es que los jueves y los viernes nos faltan los demás, y sólo viene uno…»

Mi silencio habló volúmenes.

Cuelgo, y esperamos. Una y veinte. Una y media. Una y cuarenta. UNA Y CUARENTA Y CINCO. Una fiera hambrienta los vuelve a llamar. Juré que si me volvía a cantar la retahila iba a llegarme hasta allá y hacerle tragar servilletas. Por suerte, ni me atendió ella, ni soltó toda su retahila. Fue un sencillo «Gracias por llamar a Domino’s Pizza…»

«Señorita, buenas tardes. Yo pedí una pizza hace UNA HORA Y MEDIA. ¡UNA HORA Y MEDIA! Yo sé que sólo tiene un motorizado, pero no tengo la culpa que todos los demás sean UNA CUERDA DE IRRESPONSABLES que les va a hacer quebrar el negocio. Yo exijo que mi pizza esté aquí en CINCO MINUTOS, que de paso ustedes SABEN que no voy a pagar para nada. ¡Dónde está mi pizza!» Una de las pocas cosas que agradecí de mi época en DHL: aprendí a ser un cliente odioso.

Después del esperado silencio incómodo, la mujer oootra vez me pide mis datos. Se disculpa de una forma «sincera», y me pide que cuando llegue el motorizado la llame. Eso sucedió no cinco minutos después, sino quince. Dos horas después, mi novia y yo finalmente comimos de mal humor una pizza tibia pero gratis. Sólo hice la mitad de mis diligencias. Y juré que sería la última vez que esto me pasaría.

De modo que, señores de Caracas: si ustedes quieren comer pizza desde su oficina, la cual queda en el este de la ciudad, pidan en Papa John’s. Son igual de buenas, y en todo este tiempo no he tenido una queja. Domino’s sigue siendo mi preferida, pero nunca más vuelvo a pedir entrega de la tienda de La California. No digo esto para que quiebren, sino para que se ponga las pilas y solucione sus problemas. Si puede vaya y cómprela. O como ya dije, pida a Papa John’s.

PERO NO PIDA PIZZA AL DOMINO’S DE LA CALIFORNIA.

Tremendo susto

La llamada del viernes fue para despertar de una u otra manera. Mi madre me llamó al celular y me dijo con voz entrecortada que mi papá y ella estaban yendo al urólogo, pues mi padre había orinado sangre. Imaginen mi reacción.

Hace cuatro años, a mi papá le detectaron un pequeño nódulo de células cancerígenas en la próstata. Era minúsculo, más pequeño que un grano de arroz, y estaba encapsulado, pero era cáncer. Se decidió atacarlo con radiaciones y medicamentos especiales. Un año después, el primer examen salió. Cero cáncer. Sin embargo, cada vez que toca esa nueva revisión los nervios vuelven, sin importar cuánta dieta, falta de estrés o rezos a Dios se hagan. Siempre tememos lo peor.

El último examen fue hace menos de dos semanas. Cero cáncer. Pero este nuevo susto nos confirma que esas radiaciones echaron mucha vaina. Llegamos a La Floresta. Finalmente, el diagnóstico es que está bloqueado. Mañana lo operan para ensanchar la uretra y no tener un susto parecido. Gracias a Dios por las «pequeñas» cosas.

Pero esto me puso a pensar en mí. Claro, mi padre tiene varios kilómetros que recorrer antes que finalmente se apague su santa luz, pero ese día va a llegar. Y en este momento, nosotros no somos nada sin el viejo. No dependo de él ni remotamente cerca que hace menos de cinco años, pero ciertamente no estoy viviendo listo para irme de la casa en cualquier momento. De hecho, en lasociedad americana yo sería considerado una burla. Gracias a Dios por nuestra sociedad basada en la familia. Pero, ¿no es hora ya de que en, digamos, un año pueda cuidarme solo? ¿Pelar bola como un adulto y empezar mi propia familia? Creo que Juan tiene algo que pensar pronto. Mientras tanto, gracias a Dios que estás bien, viejo. Dios te bendiga.

De amistades, Internet y Twitter

Es increíble lo web-dependiente que me he vuelto en relativo poco tiempo. Antes me limitaba a mis blogs, pero ahora creo que la Web 2.0 me ha absorbido completamente. Mis blogs han pasado de dos a siete (con un octavo en camino), tengo cuentas en StumbleUpon, Clipmarks, Digg (que sólo he usado una vez y olvidé la contarseña), YouTube y, por supuesto, Facebook. Abrí una cuenta en Google Reader pensando que me conformaría con BlogRoVr. Ya hice una contribución en la nueva página de Dilbert (vean y entenderán). Y por supuesto, soy miembro activo de Twitter. Twitter es, sin duda, mi aplicación 2.0 favorita. Tiene dos características que son demasiado atractivas: su simpleza y la facilidad que tiene la gente para comunicarse por ella. La esencia, para aquellos que aún no la conocen (ustedes, pobres mortales), es que en 150 caracteres respondes una sencilla pregunta: «¿Qué estás haciendo?» Por supuesto que nosotros, venezolanos, lo hemos llevado a otros límites, y casi que lo hemos convertido en una sala de chat. Pero sin duda alguna, le ha servido de desahogo a más de uno.

Yo jamás entré a chatear con nadie cuando era la moda; puro IM (léase, Windows Messenger). De repente, entré a trabajar en un sitio que tenía todo Microsoft bloqueado. Y bueno, de tanto escuchar hablar de Twitter, pues…

Lo cierto es que he conocido muchas buenas personas, así como otras absolutamente atorrantes que he tenido que bloquear. Es increíble la presencia de gente del interior; los caraqueños somos franca minoría. ¿Y eso por qué será? ¿Tenemos demasiado que hacer –o los del interior tienen muy poquito? Nah, eso no puede ser…

Bueno, pero ahí está Twitter. Esperando pro ustedes. Anímense. Y si quieren, me pueden seguir por http://www.twitter.com/jaycer17